Una ola de investigación reciente destaca el potencial del cannabis y sus compuestos, indicando que podrían limitar la propagación y gravedad de las infecciones por COVID-19. Además, podrían desempeñar un papel crucial en el manejo de los síntomas del COVID prolongado, incluidos los desafíos de salud mental y la pérdida de apetito. Investigadores de la Universidad Dalhousie en Canadá revisaron exhaustivamente la literatura científica existente, revelando hallazgos intrigantes sobre la marihuana como ayuda preventiva y terapéutica, como se detalla en el Journal of Clinical Medicine.
Los compuestos del cannabis, especialmente los cannabinoides, destacan por su habilidad para bloquear la entrada del virus, reducir el estrés oxidativo y calmar la intensa respuesta inmunitaria conocida como "tormenta de citoquinas", característica de las infecciones tempranas por COVID-19. Tras la infección, los cannabinoides han demostrado ser prometedores en el tratamiento de condiciones post-COVID como depresión, ansiedad, lesiones por estrés postraumático, insomnio, dolor y pérdida de apetito, ofreciendo un rayo de esperanza para los afectados por el COVID prolongado.
La investigación enfatiza el esfuerzo concertado para cerrar la brecha de conocimiento sobre la modulación del sistema endocannabinoide (ECS) en las etapas de infección temprana y posterior a la infección por COVID-19. Mientras que el cannabis se ha considerado para el tratamiento durante la fase aguda, este estudio amplía la perspectiva, sugiriendo un posible papel en la prevención y recuperación a largo plazo.
A pesar del optimismo, el estudio reconoce ciertas limitaciones, como la variabilidad de los productos de cannabis y las diferencias en cómo los cannabinoides afectan a adultos y jóvenes. Además, la mayoría de los estudios que respaldan la modulación del ECS como estrategia de tratamiento se han realizado en contextos distintos a COVID-19, por lo que se debe proceder con cautela al extrapolar estos hallazgos a las infecciones por SARS-CoV-2.
Se hace un claro llamamiento a la investigación adicional, con los autores abogando por ensayos clínicos y estudios bien diseñados para descifrar los mecanismos subyacentes, determinar las dosis óptimas y los horarios de dosificación, e investigar la seguridad y los posibles efectos secundarios asociados con la modulación del ECS en el contexto de infecciones virales. Por lo tanto, a pesar de las perspectivas prometedoras, una comprensión integral de estos aspectos es crucial para establecer el potencial terapéutico de los cannabinoides y la modulación del ECS en el inicio de COVID-19 y los síntomas persistentes asociados con el COVID prolongado.
Síguenos en Instagram, hay aún más cosas interesantes allí.
Comments (0)
New comment